Aunque a más de una nos cueste mucho sacar un poco de tiempo para nosotras, es suficiente dedicar unos minutos al día para tu cuidado y relax, algo que tanto tu piel como tu estado físico y anímico va a agradecer. Busca 15 minutos para ti en los que no tengas prisas aunque sea un sólo día entre semana, cuando mejor te venga, tarde, noche…
Limpia tu rostro con tu limpiador favorito y aplicate una buena mascarilla específica para las necesidades de tu piel. Mientras tienes la mascarilla reposando en la piel prepárate una buena ducha con un gel que encuentres especial para ti, después de esto realiza una suave exfoliación corporal con productos indicados para este fin. Mientras tanto el calor de la ducha actuará sobre la mascarilla y hará que esta sea más efectiva al activar los poros del rostro.
Terminada la ducha retira la mascarilla de tu rostro y aplícate tu tratamiento habitual, igualmente en el cuerpo haz hincapié en la hidratación de todo el cuerpo realizando un suave masaje en las piernas de abajo hacia arriba para activar la circulación.
Ahora estarás resplandeciente y relajada, para terminar el proceso puedes terminar tomando un té o infusión. A mí especialmente todo este proceso me gusta realizarlo de forma especial alguna que otra noche, me tomo una infusión relajante y me voy a la cama como una reina, al día siguiente te levantarás con ganas de comerte de nuevo el mundo.
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