Tal y como avanzaba en mi anterior articulo, hay distintos tipos de manchas y cada una de ellas puede estar provocada por distintas causas. Hoy, vamos a centrarnos en las manchas oscuras de la piel conocidas como hiperpigmentaciones.
Como os podéis imaginar, son cambios en la coloración de la piel o de las mucosas, pero ¿sabéis realmente cómo se producen? Es cuando la melanina u otros pigmentos se concentran en la epidermis, la capa más superficial de nuestra piel, o bien un poco más profundas, en la dermis debido a la acción de las radiaciones ultravioleta. Cuando el depósito es de melanina, hablamos de hipermelanosis.
Hoy, sin embargo, os quería acercar al mundo de las hiperpigmentaciones que son un aumento en la síntesis de melanina principalmente en la capa basal que es la que separa la epidermis de la dermis.
Todos estos procesos tienen en común una consecuencia visible, la presencia de un incremento en la pigmentación por un aumento en el número de melanocitos. Debido a la presencia superficial del pigmento, la piel adquiere una coloración marrón.
Una de las lesiones hiperpigmentadas más comunes son los léntigos. Son de pequeño tamaño y con una forma muy regular y bordes bien definidos. Su color es marrón y homogéneo. En la mayoría de los casos son manchas secundarias a la exposición solar y aparecen en la piel de las zonas expuestas al sol, por ello, muchas veces reciben el nombre de lentigos solares. Se deben a un aumento de melanocitos maduros en esa capa basal de la que hablábamos.
lesiones hiperpigmentadas en los que la radiación ultravioleta desempeña un papel desencadenante, debemos abordar dos aspectos. Es necesario aconsejar medidas de fotoprotección y además utilizar medios despigmentantes para mejorar el aspecto de la piel afectada.