Si nos hubieran planteado esta pregunta hace unas décadas, nos hubiéramos quedado un poco perplejos y nuestra respuesta hubiera sido…¿Para qué? Los Sérum/Suero faciales son un concentrado cosmético específico que actúa directamente en las capas más profundas de la piel de manera rápida y concisa.
Existe una amplia variedad de ellos; Efecto Flash, atenúa las líneas de expresión relajando nuestra piel. Reparadores, regeneran la epidermis. Anti-edad, reducen los signos del envejecimiento. Revitalizadores, pieles apagadas i/o fatigadas. Antimanchas, reducen el exceso de pigmentación en la piel…Indicados para todo tipos de pieles, siempre tendremos que tener en cuenta cuál cumple nuestras necesidades, ya que es un complemento en nuestra facial rutina diaria.
¿Cuando se aplica y Cómo?
En las instrucciones del producto, suelen indicar cuando es recomendado utilizarlo aunque suele ser mañana y noche, de manera constante. Limpiamos nuestra piel con agua gel/jabón, después con un algodón aplicamos el tónico a toquecitos, dejamos pasar unos minutos y viene nuestro «Momento Sérum». Normalmente, vienen con un aplicador «Cuenta-gotas» para hacer más fácil su aplicación, extendemos 3-4 gotas en la palma de la mano y aplicamos con un suave masaje en la cara/escote, cuando se haya absorbido será el momento de utilizar nuestra crema habitual.
Siendo necesario una cantidad mínima (su textura aquosa cunde mucho) a la hora de utilizarlo, contienen 15-30 ml que aprovechara nuestra piel gota a gota. Podemos encontrarlos a partir de 30€, aunque os digo con certeza que el dinero gastado será bien amortizado.
Después de leer esta crónica…¿Te apuntas al Suero Facial?
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