Es un hecho, ¡tengo la piel sensible! Cada vez son mas las personas que dicen tener la “piel sensible”. Se trata de una condición cutánea de hiper reactividad que depende de varios factores. Su diagnóstico es difícil ya que la mayoría de los síntomas son subjetivos. Además no existen pruebas diagnósticas eficaces y la sensibilidad de la piel varia mucho de una persona a otra.
Los compuestos que pueden desencadenarla pueden ser muchos y muy variados, pero en la mayoría de los casos, se acompaña de repercusión en la calidad de vida y el paciente lo vive mal.
Acostumbra a darse más en mujeres jóvenes, susceptibles al rubor, con un estrato córneo delgado y con disminución de la hidratación epidérmica. Una serie de factores extrínsecos pueden ser también los responsables. Por ejemplo ciertos cosméticos y productos para el aseo; factores ambientales como el frío, el sol, el viento, el calor, la contaminación, el aire acondicionado,etc.
Se caracteriza principalmente por picazón, sensación de ardor, escozor y sensación de tirantez de la piel. La localización más frecuente es en la cara aunque a veces puede darse en manos, cuero cabelludo, etc.
El tratamiento irá dirigido en primer lugar a intentar identificar los factores desencadenantes, tratamientos cosméticos y de hidratación de la piel y tratamientos preventivos en lo posible. Así que cuidemos nuestra piel en estos primeros días de calor y de sol.