¿Son buenos los conservantes en los productos cosméticos? ¿Qué finalidad tienen? ¿Por qué se deben introducir en la formulación?
En otros artículos os hemos hablado del etiquetado en los productos cosméticos, también hemos comentado qué es el PAO y cómo se determina la caducidad de un cosmético. Recientemente hemos escrito sobre cómo afectan los ingredientes de los cosméticos en las personas con enfermedades específicas como la intolerancia a la lactosa o las celíacas. Hoy queríamos abarcar un tema que seguramente en varias ocasiones habréis oído algo sobre el debate a favor y en contra de los conservantes en los productos cosméticos.
Los conservantes son ingredientes que se añaden a las formulaciones cosméticas para evitar la contaminación de los productos. Estos ingredientes deben garantizar productos seguros al consumidor e impedir la proliferación microbiana durante la fabricación, envasado, almacenamiento, transporte y uso posterior.
La conservación tiene que estar presente en todas las etapas que constituyen la creación de un producto cosmético desde su formulación, el proceso de fabricación, el envasado, el almacenamiento y distribución y la utilización del consumidor final.
¿Entonces es bueno o malo? Como todo, dependerá de la dosis.
- En la formulación debemos incorporar un conservante pero además otros ingredientes con acción sinérgica, es decir añadir antioxidantes, secuestrantes, modificar pH, calibrar la cantidad de agua entre otros para así poder formular con la mínima dosis de conservante.
- En el proceso de fabricación se aplican las buenas prácticas de fabricación, observar el origen de las materias primas, así como observar las diferentes temperaturas, volúmenes y procesos.
- El envase escogido tendría que proteger el producto del medio ambiente, su aplicador, apertura y contenido. Es decir un envase cerrado protege mejor que un tarro.
- En el almacenamiento y distribución que sea en condiciones óptimas de temperatura y humedad.
- En la utilización del consumidor final prever un contacto con la piel, adición de agua, temperatura y humedad.
Una vez vistas las etapas de la creación de un producto cosméticos, ¿cómo debe ser el conservante ideal?
El conservante ideal tendría que ser efectivo contra bacterias y/o hongos, compatible con el resto de ingredientes, que no añada olor ni color, fácil de incorporar, estable en un amplio rango de temperatura y pH del producto, estable y efectivo a lo largo de la vida del producto, no irritante, no alergénico, biodegradable, que se acepte en las distintas legislaciones.