A la superficie de la tierra nos llegan un 5% de rayos ultravioletas, responsables de las alteraciones cutáneas, y un 95% de radiación visible e infrarroja.
¿Qué son los rayos UVB y UVA?
Rayos UVB: A corto plazo provocan enrojecimiento de la piel y quemaduras. A largo plazo pueden provocar cánceres cutáneos. Son más intensos durante el verano y las horas del mediodía, siendo máxima en verano entre las 12 y las 16 horas.
Rayos UVA: Son responsables del fotoenvejecimiento, de la aparición de manchas cutáneas y de la génesis de ciertos cánceres de piel. Están presentes a lo largo del día durante todo el año. Sus efectos son acumulativos, a largo plazo.
¿Cuáles son los riesgos del sol?
Riesgos a corto plazo de una excesiva exposición al sol sin la protección adecuada:
- Enrojecimiento y quemaduras en la piel (eritema solar).
- Oscurecimiento de pecas y otras manchas cutáneas existentes.
- Aparición de nuevas manchas en la piel.
- Aparición de alergias solares o fotosensibilización.
Riesgos a largo plazo de exposiciones repetidas al sol sin la protección adecuada:
- Aparición de manchas (lentigo solar).
- Fotoenvejecimiento o envejecimiento prematuro de la piel debido a la acumulación de radiación UVA. La piel se vuelve flácida, áspera, arrugada y disminuye su elasticidad.
- Aparición de arrugas gruesas.
- Cáncer de piel.
Por ello, evita la exposición solar excesiva, protege tu piel. En verano, evitas las horas de mayor intensidad solar (de 12 a 16 horas) y protegerse eficazmente la piel con un protector solar durante todo el año.
Consejos Bella Aurora frente al sol:
Durante el tratamiento de las manchas
Usar cada día, durante todo el año, los productos de Protección Solar Tratamiento Antimanchas con principios activos despigmentantes con el factor de protección adecuado para su tipo de piel.
Frente a la exposición solar continuada
— Antes de la exposición:
- Exponerse al sol de manera progresiva.
- Nunca te expongas al sol sin protección, aunque ya estés bronceado.
- Aplicar el protector solar unos 15 ó 30 minutos antes de la exposición para que el producto pueda impregnarse en la piel.
- Desconfiar de la falsa protección ofrecida por un cielo cubierto, un tiempo ventoso o la sombra.
— Durante la exposición:
- Renovar la aplicación del protector solar cada dos horas.
- Usar una protección con mayor índice en zonas más sensibles: cara, escote, labios o contorno de ojos.
- Beber mucha agua para evitar la deshidratación de la piel.
- Evitar el sol intenso del mediodía.
— Después de la exposición:
- Aplicar cremas o lociones hidratantes sobre la piel.
- Aumente la ingestión de frutas, verduras y agua.
Esta Primavera nosotros luciremos un cutis perfecto, ¿Y vosotras?