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Consejos para que el sol no dañe la piel

La importancia de la proteccion solar

Como cada comienzo de verano queremos lucir un bronceado uniforme y bonito, pero ¿se puede conseguir sin dañar a nuestra salud? Aquí te ofrecemos los mejores consejos para que el sol no dañe la piel. Sabemos que el sol nos ayuda a sintetizar la vitamina D y es un antidepresivo natural, pero por otra parte, tiene unas consecuencias nocivas tanto a largo plazo como a corto (arrugas, flacidez, manchas…) que debemos evitar.

La elección del fotoprotector y su correcta aplicación son fundamentales para prevenir arrugas, manchas, envejecimiento prematuro, alergias por fotosensibilidad y, sobre todo, para alejar de nuestra piel el cáncer. Para elegir el protector solar adecuando hay que tener en cuenta una serie de factores: a quién va dirigido (niños o adultos), la zona en la que se aplica (rostro, cuerpo, o zonas concretas como cicatrices); y el fototipo que tiene la persona que lo va a usar. Del fototipo depende la sensibilidad de cada individuo a la radiación ultravioleta y a la formación de eritema solar (enrojecimiento). Existen cuatro fototipos establecidos:

Fototipo I: Nunca se broncea, siempre se quema y suele tener el cabello pelirrojo y los ojos azules.

Fototipo II: Puede llegar a broncearse, se quema a menudo y suele tener el pelo rubio y los ojos claros.

Fototipo III: Se broncea con facilidad, rara vez se quema. Suele tener el cabello castaño y los ojos de color gris o marrón.

Fototipo IV: siempre se broncea, nunca se quema y tiene los ojos marrones y el cabello oscuro.

Los dermatólogos siempre recomiendan un fotoprotector SPF50+, y la pantalla empieza hacer efecto un tiempo después de la aplicación, por esa razón es muy importante aplicarlo antes de la exposición solar, y reponerla pasado un tiempo, más aun si hay baños por medio. Los expertos recomiendan usar cremas con un valor añadido, es decir, que además de protegernos de las ataques del sol, puedan inhibir el daño oxidativo del bronceado y los radicales libres, incluyendo fórmulas hidratantes y regenerantes.

Otra cosa que debemos tener en cuenta es la hora del día que nos exponemos al sol. Se sabe que la intensidad de radicación solar es máxima entre las 12 y las 16h. La altitud también es importante, ya que el riesgo de quemaduras aumenta con la altura; así que cuidado si veraneamos en la montaña. El agua y la arena reflejan las radiaciones haciendo que se sumen sus efectos al incidir sobre la piel.

En resumen, debemos estar alerta en todo momento y tener en cuenta los siguientes puntos:

  • Aplicar el fotoprotector antes de salir de casa, y renovarlo a menudo.
  • Evitar la exposición solar entre las 12h y las 16h.
  • Usar siempre fotoprotector, en los días nublados e incluso si ya estás bronceado.
  • No usar desodorantes, colonias ni te hagas tratamientos agresivos (peelings o depilaciones) justo antes de ir a tomar el sol.
  • Usar sombrero, pañuelo o gorro, utiliza tejidos de algodón y no olvides las gafas de sol.
  • Aplica un cosmético calmante para la piel después de la exposición solar.

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