Existe un gran desconocimiento entre los productos que son Oil Free, los que no lo son pero lo reivindican y los que ni lo son ni le interesa serlos. Pero, ¿Cómo sabremos reconocer cuando un tratamiento es Oil Free y cuando no lo es?
Un cosmético tipo sérum nunca es oil-free aunque lo reivindique. Las emulsiones suelen tener entre un 15 y un 30% de fase grasa, según si son más ligeras o más ricas.
Para formular un producto “oil-free” hay que mantener la concentración de fase oleosa cerca de 15%, utilizar aceites más ligeros, sustituir una parte por siliconas de tipo cilclopentasiloxano, que son muy volátiles y no dan sensación grasa, y sobre todo evitar aceites minerales de tipo vaselina, parafina…entre otros. Estos últimos son comedogénicos, es decir, provocan la formación de granos aunque la persona no tenga acné.
Hay listas con aceites comedogénicos y no comedogénicos, con elegir un aceite que no lo sea, mantener la fase grasa en concentración baja y que la sensación del producto no sea grasa, ya podemos decir que el producto es “oil-free”.