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La piel y la radiación solar

¿Quieres saber por qué nos afecta tanto el sol en la piel? Nuestros especialistas te cuentan todo sobre la radiación solar.

Las radiaciones solares “dadoras de vida” son las radiaciones ultravioleta. A pequeñas dosis, las radiaciones ultravioleta son beneficiosas. Son estimulantes: proporcionan una sensación de bienestar y ayudan al organismo a sintetizar su propio suministro de vitamina D. En exceso, la radiación ultravioleta es letal para los tejidos vivos y, por ello, la principal función de la piel es impedir el paso de estos excesos al interior del organismo.

Para lograr este objetivo, nuestro organismo dispone de tres mecanismos naturales de defensa:

  • El sebo: la grasa absorbe la radiación ultravioleta.
  • El estrato córneo: las capas de escamas del estrato córneo reflejan gran cantidad de radiación ultravioleta.
  • El pigmento melanina: el desarrollo de un bronceado absorbe gran parte de la radiación ultravioleta.

La piel de algunas personas responde con bastante rapidez a un exceso de radiación ultravioleta mediante el desarrollo de un bronceado, la piel debe disponer de un suministro de gránulos de melanina decolorados. Entonces la radiación ultravioleta desarrolla el color en la melanina, que ya es capaz de actuar de filtro pantalla frente a las radiaciones que penetran hasta las capas más profundas. La piel de otras personas en lugar de un bronceado dorado, desarrollan enrojecimiento (eritema), irritación y el dolor de la quemadura solar.

En el siguiente vídeo se pueden observar perfectamente los efectos de la radiación ultravioleta en las distintas personas:

A pesar de la acción pantalla de los protectores solares, la exposición prolongada a verdaderamente altas intensidades de radiación ultravioleta, penetrará suficientemente en la dermis como para dañar la red de fibras de colágeno y elastina. La exposición regular de la piel de la cara, cuello y el dorso de las manos podría ser lo suficientemente dañina como para que pierda su resistencia y elasticidad. Es conveniente recordar que no es sólo el exceso de sol de verano el responsable de los daños, sino también lo es el sol de invierno por ejemplo en la nieve se refleja prácticamente en su totalidad.

No obstante, si una piel dañada se protege mediante protectores solares de la exposición a la radiación ultravioleta durante un tiempo prolongado, existe la posibilidad de que esta piel se vaya recuperando gradualmente. La red de fibras de colágeno y elastina de la dermis presenta un considerable poder de recuperación, capaz de detener las lesiones inducidas por la radiación ultravioleta.

En Bella Aurora sabemos que el sol es la principal causa de aparición de manchas cutáneas, por eso queremos que estés informado de todos los daños que puede causar en nuestra piel y cómo protegerte.

¡En diferentes post te ayudaremos a resolver todas tus dudas!