Con la llegada del frío, la piel sufre y se deteriora si no cuenta con la hidratación y el cuidado necesarios.
En el caso de las pieles sensibles, el cambio de temperatura genera aún más daños. La llegada repentina del frío es una agresión externa que afecta mucho más a las personas con piel sensible, ya que no cuentan con la protección natural que debería tener su piel.
La piel sensible se caracteriza por un déficit en su función barrera, encargada de que los agentes externos como las agresiones ambientales no produzcan daños en nuestra piel. Otra de las características más visibles de este tipo de pieles es su fragilidad capilar: los capilares se dilatan fácilmente y generan las rojeces que tanto nos molestan.
Limpieza, tonificación e hidratación. Este tipo de pieles necesitan el cuidado estándar de cualquier tipo de piel, pero es importante que los productos que se usen cuenten con activos destinados a controlar la sensibilidad, como el hidrolisado de “bayas de cinco sabores”, que calma la piel y reduce la aparición de rojeces.
Para poder reforzar la función barrera y evitar las rojeces que caracterizan las pieles sensibles, Bella Aurora ha ampliado su línea especializada con el cuidado diario anti-manchas b7 y el Gel micelar para piel sensible.
Con el cuidado diario anti-manchas b7 se protegen todas las capas de la dermis de la agresión de agentes externos y se controlan tanto la inflamación como el exceso de fragilidad capilar de nuestra piel. Además, cuenta con activos anti-manchas como las células madre de Granada, que despigmentan e iluminan la piel.
Por otro lado, el Gel micelar ofrece una sensación de limpieza profunda y calma la piel sensible sin irritarla gracias a la combinación de Bisabolol y de células madre de Arabian Cotton.
Descubre toda la gama para pieles sensibles y ¡disfruta de un invierno sin rojeces!