Sabías que ... > La piel y la edad

¿Cómo es la piel a los 30?

La piel a los 30

Aparecen las primeras arrugas.
En esta época de la vida se debe mantener un equilibrio entre familia y trabajo, así que la piel se ve cansada, menos radiante y sin brillo. La síntesis de colágeno empieza a ralentizarse y la piel pierde su firmeza. Aparecen las primeras líneas de expresión.

La piel necesita energía e hidratación.

¿Cómo es la piel a los 40?

La piel a los 40

Se necesita una atención especial.
En esta época de la vida las mujeres se muestran más seguras de sí mismas, no tienen que demostrar nada a nadie y han aprendido a compaginar perfectamente la vida personal con la vida laboral. Conoce sus propias limitaciones y necesidades y aunque saben exactamente donde van no significa que la batalla está ganada.
La arquitectura dérmica se rompe, la piel está empezando a perder su firmeza y su tono. Inflamaciones crónicas hacen la piel más sensible, acelera el envejecimiento y las arrugas se asientan.
La producción de melanina está fuera de control y las manchas aparecen. La piel se ve fatigada, sin brillo y no uniforme.

La piel necesita hidratación, efecto tensor inmediato, despigmentantes, efectos calmantes, fotoprotección.

¿Cómo es la piel a los 50?

La piel a los 50

Hay cambios en la piel.
Es una década llena de cambios que necesitan un período de adaptación. La mujer debe redescubrirse.
Bajo la influencia de cambios hormonales y el estrés acumulado debido a factores medioambientales, el metabolismo de la piel se ralentiza y los signos de la edad se multiplican. La piel es vulnerable, se seca y cae por la gravedad.

La piel necesita compensar las deficiencias hormonales y borrar los signos del envejecimiento.

¿Cómo es la piel a los 60?

piel-60

La piel a los 60 necesita regenerar su belleza.
En esta época de la vida se tiene más tiempo para una misma y se desea preservar la juventud.
Muchas funciones cutáneas disminuyen y la regeneración celular se hace más despacio. La piel pierde su tono y vitalidad y se adelgaza.

La piel necesita recuperar su firmeza y reparar el colágeno.